VIAJA DESPACIO | TRAVEL SLOW

Cuando estudié la carrera de Filosofía descubrí dos de los conceptos que más me marcarían mi vida personal y profesional, curiosamente los dos de filósofos que están todavía vivos: decrecimiento (Serge Latouche) y pensamiento complejo (Edgar Morin). Ambos planteamientos, más una adolescencia de activismo y una juventud de trabajo, dan lugar a esta propuesta personal, que además de un proyecto profesional pretende ser un compromiso con un estilo de vida.

 

¿Nuestra civilización, modelo de desarrollo, no estará enferma de desarrollo?

Edgar Morin

 

En mi opinión no hay turismo sostenible por la misma razón por la que el desarrollo no podrá ser sostenible si la idea de desarrollo implica que todo el mundo pueda alcanzar los niveles de vida occidentales (con el 20% de la población del planeta consumiendo el 85% de los recursos naturales). Si todo el mundo viajase como tú o como yo, el impacto negativo sería insostenible.

 

Travelitis, nuestra obsesión por viajar cada vez más lejos, más rápido y más a menudo (y siempre más barato) es una necesidad artificial creada por la vida supermoderna, exacerbada por los medios y estimulada por las agencias de viajes y tour operadores, y debe ser revisada a la baja.

Serge Latouche

 

Sin embargo podemos hacer que el impacto del turismo ya existente sea positivo en la economía local y lo menos negativo posible en el medio ambiente. Para ello propongo centrar nuestras viajes en el mundo rural, descongestionando así los núcleos urbanos. Las consecuencias consideradas negativas del turismo en la ciudad se transforman en positivas fuera de ella ya que permiten el desarrollo de la economía rural y con ello la repoblación del territorio. Por tanto es fundamental escoger servicios ofrecidos por empresas o profesionales independientes, evitando franquicias y grandes multinacionales. Si además evitamos intermediarios innecesarios, fomentamos la calidad del empleo artesano en el que cada persona decide sobre su actividad. Con nuestro apoyo buscamos conseguir personas felices que hacen lo que más les gusta, que consiguen mantener un equilibrio entre la vida profesional y la personal, aspirando a trabajar menos horas para repartir el trabajo.

 

Estamos devastando la biosfera entera para disfrutar de este modo de vida.

Jorge Riechmann

 

Debemos también intentar reducir el impacto medioambiental de cualquier viaje, por lo que es recomendable tomar decisiones responsables como estas:

  • elegir alimentos de kilómetro cero o cercanía
  • evitar el consumo excesivo de plásticos:
    • usando nuestra propia botella o termo para agua y otras bebidas
    • llevando una bolsa de tela para las compras
    • teniendo nuestros productos de higiene de casa para no utilizar los de los alojamientos
    • repensando las compras de recuerdos, evitando souvenirs manufacturados a miles de kilómetros de nuestro destino de vacaciones y eligiendo artesanía local, productos alimenticios de la zona, etc.
  • organizar el itinerario de forma que reduzcamos nuestra huella de carbono al máximo, evitando excursiones de ida y vuelta.

Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir.

Carl Honoré

 

De igual forma, viajar deprisa no es viajar, es trasladarse. Esto no es nada nuevo, el movimiento slow (lento en inglés) tiene décadas de existencia y activismo en favor del trabajar para vivir contra la tendencia generalizada del desarrollo, la velocidad y el consumo. Dicho movimiento comenzó ocupándose de la gastronomía dando lugar a la denominación Slow Food, cuyo símbolo es un caracol. En honor a su filosofía me permito utilizar el mismo símbolo en mi propuesta de turismo slow, de viaje sosegado.

 

Que no panda el cúnico porque no contaban con mi astucia. ¡Síganme los buenos!

El Chapulín Colorado

 

Otra de las influencias más importantes en mi formación ha sido el humor y me esfuerzo por no perderlo. Así que hecha la declaración de intenciones, disfrutemos.